Reseña: El Océano al final del camino

Título: El Océano al final del Camino
Autor: Neil Gaiman
Editorial: Roca Editorial
Género: Fantasía
Año de publicación: 2013
Páginas: 236

Hace cuarenta años, cuando nuestro narrador contaba apenas siete, el hombre que alquilaba la habitación sobrante en la casa familiar se suicidó dentro del coche de su padre, un acontecimiento que provocó que antiguos poderes dormidos cobraran vida y que criaturas de más allá de este mundo se liberaran. El horror, la amenaza, se congregan a partir de entonces para destruir a la familia del protagonista.
Su única defensa la constituirán las tres mujeres que viven en la granja desvencijada al final del camino. La más joven de ellas, Lettie, afirma que el estanque es, en realidad, un océano. La mayor dice que recuerda el Big Bang.

Tras un par de meses en mi poder me aventuré a leer esta novela que prometía fantasía e inocencia a raudales. Mis premisas no fueron equivocadas y me encontré con una rara avis de uno de mis autores favoritos, Neil Gaiman. Junto a esta novela, en su interior, pude encontrar un relato inédito llamado Cthulu haciendo homenaje a Lovecraft.

ÉL FORMA PARTE DEL CAMINO. EL CAMINO ESTÁ DENTRO DE ÉL

Nos cuenta la historia del narrador cuando era cuarenta años más joven que en la actualidad y vivía en una apacible casa de campo. Allí conoció a Lettie una enigmática niña que vivía junto a su madre y su abuela en una vieja granja. Tras un funeral el protagonista regresará a ese mismo lugar y recordará un hecho insólito que sucedió en la vieja granja y en su misterioso lago que según decían sus dueñas no era otra cosa que el océano.

Pude encontrarme con una novela cargada de sorpresas donde los sueños infantiles se convierten en realidad. Con el increíble toque mágico de Gaiman, nos adentramos en una historia repleta de misterio, mentiras y magia. A pesar de ser una novela corta, pues no alcanza las trescientas páginas, contiene todo aquello que podemos esperar. En un primer lugar fue un encargo de un relato pero digamos que a Gaiman se le fue de las manos y escribió unas cuantas páginas más.

Me encanta la ambientación tanto de la granja como de la casa del protagonista, así como la minuciosa descripción de los acontecimientos. Tras una aparente apacible historia de campo, nos adentramos en una escalofriante trama en la que nuestro protagonista tendrá que huir o enfrentarse a su familia y a una odiosa niñera.

Esta es una de esas novelas que un primer lugar parecen inofensivas e insulsas pero que poco a poco van desvelando una trama oscura que atrapa y que al final acaban arañándote el alma. Quizás no la recomendaría si no has leído nada de Neil Gaiman ya que su particular universo campa a sus anchas por estas páginas y es posible que te pierdas un poco. Pero sin quieres dar el paso te animo a ello, ya que sin duda es una novela que te transportará a la infancia, desvelándote que donde hay luz también se encuentran acechando las polillas.

+ La ambientación de la novela
- Me recuerda a otras historias de Gaiman